jueves, 29 de mayo de 2008

El Cow Parade en Tijuana

Esta semana ha estado llena de actividad cultural.

Por un lado la Feria del Libro de Tijuana, la cual está en todo su apogeo en la avenida Revolución. Y por otra parte, el marte se inauguró la exposición Cow Parade, la cual esta distribuida en distintas zonas de la ciudad, desde Playas de Tijuana, pasando por la calle segunda en el antiguo Palacio Municipal, siguiendo por el Paseo de los Héroes para terminar en el Parque Morelos.

Es una excelente oportunidad para recorrer la ciudad con el pretexto de buscar el ganado vacuno, artísticamente decorado, con o sin consignas, con la intención de olvidarnos de la inseguridad y disfrutar del arte urbano.

Así que los invito a seguirle la pista a las vacas y además hacer una escala técnica en la Feria del Libro para disfrutar de estos esfuerzos culturales y artísticos.

NOTA MUY IMPORTANTE: "RESPETEMOS EL ARTE"

Por favor, respetemos el arte, que ya hubo un incidente con una "jovencita" que se quiso subir a una de las vacas de la Zona Río y la dañó. Portémonos a la altura para seguir teniendo oportunidades como esta.

lunes, 19 de mayo de 2008

No hay malas mascotas, sólo malos dueños

Ayer recibimos una carta de una de mis vecinas en referencia a la muerte de su perro.
Resulta que hace unos días otra vecina atropelló accidentalmente al perro, y la dueña del can, redactó una carta por demás lastimera y dolida y la dejó en el buzón de toda la cuadra.

En esta carta hace referencia a la actitud de la presunta responsable del atropellamiento quien al parecer comentó -en un intento de justificación me imagino yo-, que el animal alguna vez había mordido a un niño, lo cual es negado rotundamente por la dueña y se apura en aclarar que el perro era para ellos como un miembro de su familia, que ellos lo querían mucho y que es mentira la acusación de esta persona, que lamenta mucho la actitud tomada por la supuesta agresora.

Y continúa haciendo mención de lo maravilloso que era el fallecido animal y que están muy dolidas por su muerte y por la actitud de la vecina y su familia, quienes al parecer ya habían amenazado con lastimar al perro quien sabe por qué motivos.

Si bien siempre es triste la muerte de una mascota, es importante también tomar en cuenta que un perro es nuestra responsabilidad y eso es algo que los mexicanos todavía no entendemos.

El perro debe estar siempre en nuestra casa, nada de dejarlo salir para que corra y para que haga sus necesidades en las banquetas y esto es algo por lo que el perro era odiado por los vecinos de la cuadra. Todo el día andaba afuera y llenando la banqueta de sus despreciables recuerdos. Estoy segura que tenía harto a más de uno. A nosotros sí. Por supuesto nunca lo lastimamos porque sabemos que el perro no tiene la culpa. Y debo decir que desde que no está, mi banqueta ha estado limpia. ¡aleluya!.

No hay malos perros sólo malos dueños.

Y si el perro fue víctima de un accidente no hay más responsables que los dueños, quienes lo dejaban andar de arriba para abajo sin ninguna vigilancia, por lo tanto, eso de que "era parte de la familia" pues esta para pensarse.

La mascota es nuestra responsabilidad y de nadie más.

Mejor reconozcamos nuestra responsabilidad y asumamos el compromiso de cuidar, educar y atender a nuestras mascotas, porque son nuestras y no de los vecinos.
A cada uno le toca callar a su perro si esta ladrando sin cesar interrumpiendo la tranquilidad de la calle; atenderlo en caso de enfermedad, alimentarlo y bañarlo, educarlo, enseñarle a respetar a los demás para que no vaya a morder a nadie y NUNCA se les debe dejar andar libres por la calle. Y lo más importante: cada quien debe recoger los desechos del perro para que no contaminen más la ciudad.

Y esto va para todas aquellas personas que les encanta tener perro y lucirse cuando lo sacan a pasear, algunas veces ellos, algunas veces los mozos de la limpieza, y aprovechan para que su perro deje sus gracias en las banquetas de los demás y se van, así tan campantes, tan orgullosos y sin la menor consideración, pero eso sí, el perro con collar a la última moda y muy peinadito. Así que no nos hagamos y asumamos lo que nos toca.

En países del primer mundo este caso hubiera llegado a los juzgados civiles y la dueña hubiera sido la perdedora por tener al perro libre y sin vigilancia.

Así que, aunque es lamentable la pérdida de su mascota, también es lamentable que no sean capaces de reconocer que si el perro anda suelto por la avenida, esta expuesto a cualquier cosa y la responsabilidad es única y absolutamente de los dueños.

viernes, 9 de mayo de 2008

Odisea en el asfalto de las seis y media

Alrededor de las seis y media de la mañana salgo tranquilamente de mi casa y me subo al carro, lo enciendo y le doy sus respectivos minutos para calentarlo. Enciendo la radio y busco una estación, con música de preferencia, para empezar el día tranquila y arranco. Una vez que salgo de mi cuadra inicia la odisea:

Vecinos que salen "hechos la mocha" porque van a llegar tarde, que no ceden el paso, que no hacen los altos, que están dispuestos a rebasar por la derecha, o por la izquierda, o por donde puedan porque les estorbas (y que conste que no manejo despacio), porque ellos ya quieren llegar, porque su trabajo es más importante que el tuyo. Que te ven de lejos pero no quieren frenar así que mejor se hacen los que no te ven, y se pasan así, viendo fijamente al frente como si unos segundos nuestras miradas no se hubieran cruzado.
Así, de esta manera y en tres ocasiones (si bien me va) mi vida se expone al peligro constante en las tres intersecciones más importantes de mi colonia, en las que todos en callada complicidad, omiten hacer el alto y se pasan sin voltear. Acelerones, frenones, rechinidos de llanta, todo se vale ¡uf! y todavía no he llegado al boulevard.

Finalmente llego al boulevard, ya con la bilis derramada, el stress a flor de piel y mis cinco sentidos bien despiertos y entonces me enfrento con los peores conductores de todos los tiempos: los padres de familia llevando a sus hijos a la escuela.

Por el boulevard Agua Caliente frente al Club Campestre tengo que librar una batalla para literalmente salvar la vida y evitar ser agredida por todos esos padres y madres de familia que van a llevar a sus hijos al Centro Escolar Agua Caliente (fenómeno por demás conocido afuera de cualquier escuela).
Tanto a la hora de llegada como a la hora de salida, aparecen estos padres transformados en cafres del volante. Padres y madres histéricos, capaces de utilizar las peores frases y recordatorios familiares que uno pensaría solamente se escuchan en cualquier penitenciaria o en una pelea callejera. Pero están ahí, en plena avenida, a plena luz del día, padres que hacen gala de su "destreza" al volante y de su colorido léxico y lenguaje a señas. En este momento no importa que sus hijos escuchen sus gritos, vean sus infracciones de tránsito, no importa que el semáforo se ponga en rojo Yo me lo paso porque voy tarde.
Y los pobres policías, ya tan insultados, ya tan maltratados, mejor ni se meten porque no hay manera de calmar a semejantes seres al volante.
Santo cielo, ¡fíjese por dónde va!, ¡pero si el semáforo esta en rojo!, ¡beeep beeep! ¡Calma hombre, voy a dar la vuelta a la izquierda y la flecha esta en rojo!, ¿qué le pasa?, ¡bliiip bliiip! ¡La calle es de un sólo carril no de dos! ¡Piiiiiiiiiiiiip! ¡ese es el cajón para dar vuelta no para rebasar! ¡Piiiiiiip piiiiip! La vuelta a la izquierda no es continua! ¡Espérese! ¡Calmado! ¡Mejor levántese temprano! se escucha por todos lados.

Todos gritamos, frenamos y hacemos sonar el claxon mientras los pilares de la familia hacen de las suyas, tanto hombres como mujeres, porque no hay diferencia, se comportan como no lo harían en otras circunstancias.

Una vez que dejaron a su adorado tesorito en el centro del saber, arrancan nuevamente y sin voltear, sin el mínimo respeto a los que vamos en el único carril que dejaron libre, señoras y señores que las leyes de tránsito les vale un comino y que consideran que tienen derecho de cambiarse de carril, de dar vuelta en "u", de pararse en seco en el tercer carril del boulevard y hasta de echarse en reversa pero Qué le pasa, ¿está loco?

Son las seis y media de la mañana, y el día apenas comienza...